Argentina ahora o nunca.

by Cristina

Por Diego Bavio de UNIR Santa Cruz

Hoy mas que nunca la República Argentina se enfrenta a un dilema que puede ser terminal para la forma de vida republicana como lo establece nuestra Constitución Nacional.

La ambición desmedida de poder y de la impunidad que el poder puede otorgar, aunque no corresponde, está llevando al país en un rumbo de colapso más que anunciado. Colapso que se esta dando de manera muy clara en muchos sectores del quehacer nacional, ya sea social, económico, político, cultural y sanitario para mencionar las más evidentes.

La falta absoluta de un plan de gobierno que no sea la acumulación de poder para garantizar la impunidad de los poderosos nos puso frente al abismo y, a toda velocidad, avanzamos sin mirar ni medir las consecuencias.

No saben, no pueden o no les interesa.

El gobierno actual que llego al poder de la mano de un discurso populista que al igual que el socialista es muy fácil de vender, pero imposible de cumplir o de prolongar en el tiempo sin hacer colapsar el sistema.

La característica común entre populismo y socialismo es que ambos sistemas prometen lograr rápido lo que puede llevar años de esfuerzo y sacrificio. Nada más actual a los tiempos que vivimos donde reina la inmediatez de las comunicaciones y las relaciones sociales. Jóvenes, y no tanto, que se sienten frustrados si “los dejan en visto”, que buscan y recurren a la satisfacción inmediata de un “like”. De innumerables maneras el populismo te ofrece dinero y bienestar, sin sacrificio, sin siquiera salir de tu casa. Hay planes para todos los gustos y colores que solo fomentan el desgano, el desinterés y la desmotivación.

Nuestros jóvenes, quienes siempre han sido motor de progreso, de esfuerzo y de evolución están entrampados en un sistema que los condena al atraso y al fracaso. Un sistema que busca verlos derrotados, frustrados, sumisos y pasivos frente a los “beneficios” que recibe. Y para muestra un botón, los jóvenes que este año egresen del secundario en la provincia de Santa Cruz fueron por ultima vez a las aulas hace dos años y muchos de ellos fueron promocionados casi por decreto de 3ro a 4to. Jóvenes sin un pensamiento critico desarrollado y sin cultura del esfuerzo.

Y el principal perjudicado de esta situación, de este populismo, es el hijo del trabajador, de las familias mas humildes porque lo condena a la pobreza y lo empuja a la marginalidad.

Hace 50 años el hijo del obrero recibía del estado una educación de calidad que le permitía convertirse en profesionales universitarios, de esos que llenaron el mundo ocupando puestos de importancia en empresas internacionales, centros de investigación o casas de estudio a lo largo y ancho del mundo, siendo reconocidos por sus capacidades y virtudes.

Esos “jóvenes de ayer” que fueron el paradigma de la movilidad social y base de esa característica que destacaba a la Republica Argentina frente al resto de los países de Latinoamérica que era una pujante y numerosa clase media.

Y el ejemplo lo encontramos en la persona que hoy condena a los jóvenes a la derrota. La Señora Cristina Elisabet Fernandez viuda de Kirchner, hija de un hogar humilde de la localidad de Tolosa, que por el esfuerzo de sus padres pudo acceder a la universidad, estudiar y progresar y fruto de su habilidad y preparación llegar a ocupar los mas altos cargos en la vida política del país.

Esa hija de un hogar humilde logro progresar, y vaya si lo hizo, condena hoy a los hijos de los hogares humildes a la pobreza y la marginalidad.

La ambición por el poder y la búsqueda de impunidad, rompiendo todas las reglas sociales impuestas, nuestras Constitución y sus leyes para imponer un sistema totalitario, autocrático y dictatorial. Un modelo cuyo reflejo es Venezuela, uno de los países mas ricos de la tierra por sus reservas de petróleo, viviendo una crisis humanitaria de proporciones bíblicas.

La Republica Argentina se hizo grande como nación al amparo de la ley primera, nuestra Constitución Nacional. Ley que fue concebida para superar las divisiones, como prenda de unidad nacional y para el impulso económico, como ellos bien lo escribían en un manifiesto firmado junto a la Carta Magna …” como medio de alianza entre las opiniones divididas, como apoyo a los esfuerzos de la industria y como garantía para la libertad y para el orden.

Para sacar al país adelante y volver a ser lo que supimos ser y supimos conseguir debemos volver al cumplimiento estricto de la ley como también nos demandaban nuestros constituyentes de 1853 …”Los hombres se dignifican postrándose ante la ley porque así se libran de arrodillarse ante los tiranos.

Eso es lo que esta en juego este 2021, volver al imperio de la ley y el orden, a la cultura del esfuerzo y el progreso, a la generación de riquezas y al desarrollo nacional o a arrodillarnos frente al tirano populista que te ofrece “la fácil” pero solo cumple con miseria, marginación y muerte.

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