Autoridades municipales recibieron al grupo de Comerciantes Unidos y a feriantes para avanzar en el diálogo sobre la actividad comercial. Los comerciantes solicitan una ordenanza de regulación para la actividad de ferias americanas de ventas de productos artesanales e indumentaria usada.
La secretaria Socioeconómica Pamela González informó que también mantuvo reuniones con referentes de la Cámara de Comercio y de las ferias americanas. Previamente compartió una mesa de trabajo con el equipo de Comercio y de Desarrollo Social de emprendedores. “Evaluamos ordenanzas de otras localidades para poder encuadrar esta actividad. Planteamos que es una actividad que se viene desempeñando hace mucho, postpandemia fue el auge. La intención es regularlo, que tengan un carnet, que puedan conseguir espacios físicos para desempeñar la actividad dentro de los lineamientos de la Municipalidad”, informó González.
La Municipalidad a través de la Secretaría propone la implementación de un plan de trabajo con días estipulados para la actividad de feria, en espacios determinados y con rubros a explotar. “La intención es poder regularla para que salga de la mejor manera y legal a partir del inicio de abril”. Esta semana se citará a los feriantes para que accedan a sus carnets habilitantes y comenzar con la regularización en los primeros días de abril.
Por parte de los comerciantes, uno de los puntos de desacuerdo es la venta de indumentaria nueva, lo que es rechazado por los comerciantes caletenses en competencia desleal y por tratarse de algo no permitido en el marco legal.
El comerciante Marcelo Freile dio su panorama sobre la actualidad comercial local: “Están cerrando muchos comercios, todos los días nos enteramos de uno más. Lo más grave es la situación general, muy compleja por la caída en las ventas que es tremenda y por el desfasaje entre los ingresos y los gastos. El comercio se encuentra con gastos fijos altísimos como el incremento en la factura de la luz que se ha quintuplicado”, informó.
“En condiciones normales de ventas no hay problema, pero en el contexto actual se hace dificilísimo hasta pagar los sueldos”, agregó y detalló que en la actualidad un empleado de comercio (sumando sueldo y aportes y contribuciones) “cuesta” un millón de pesos.
En cuanto al resultado de la reunión, Freile destacó la búsqueda de una solución en el corto plazo: “Vamos avanzando hacia un control”, aseguró.